Entrenamiento habilidades sociales – LC Psicólogos

No existe una única manera de describir una conducta socialmente habilidosa. No puede haber un criterio absoluto de habilidad social o asertividad, ya que esta depende de muchos factores: el individuo, la edad, el sexo, sus actitudes o sus creencias además del entorno, la situación, el contexto, la cultura, etc. Pero sí es cierto que, en ocasiones, las personas necesitan un entrenamiento de habilidades sociales y personales.

Se dice que una “respuesta competente” sería aquella que resultase apropiada y eficaz para un individuo en una situación particular.

Entre las definiciones de conducta habilidosa más aceptadas por los psicólogos, nosotros destacamos las siguientes:

“La conducta que permite a una persona actuar según sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los otros”. (Alberti i Emmons).

“La conducta socialmente habilidosa es aquel conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal, que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de aquel individuo de una manera adecuada a la situación, respetando aquellas conductas en los demás y resolviendo los problemas inmediatos de la situación mientras se minimiza la probabilidad de problemas futuros”. (Prof. Caballo)

“La habilidad social es una clase de respuesta para desarrollar con eficacia las siguientes funciones: conseguir reforzadores en situaciones de interacción social, mantener o mejorar la relación con otra persona en la interacción interpersonal, facilitar el refuerzo social y mantener la autoestima y disminuir el estrés asociado a situaciones interpersonales conflictivas”. (Gil y León)

Entre las principales clases de conductas de las habilidades sociales o de la asertividad podemos destacar:

• Expresar sentimientos positivos y negativos.
• Iniciar, mantener y terminar conversaciones.
• Expresar opiniones personales, incluido el desacuerdo.
• Hacer peticiones y rechazar peticiones poco razonables.
• Tomar la iniciativa en las conversaciones y al tratar con los demás.
• Defender los derechos legítimos.
• Pedir favores.
• Hacer y aceptar cumplidos.
• Pedir cambios de conducta del otro.
• Disculparse o admitir ignorancia.
• Afrontar las críticas.
• Solicitar satisfactoriamente un trabajo.
• Hablar en público.

En LC Psicólogos trabajamos contigo en el entrenamiento de habilidades sociales y asertividad. Llámanos y te informamos detalladamente.