Desmotivación por los estudios – LC Psicólogos

Vivimos en una sociedad altamente competitiva en la que cada vez se espera más de las personas en todos los ámbitos.

Los jóvenes no son una excepción y cada vez son mayores las exigencias que se les plantean a la hora de incorporarse al mundo laboral. Esta situación contrasta con la realidad: según recientes estudios de la OCDE, el 25% de los jóvenes no consigue finalizar sus estudios básicos.

Los perfiles del joven con fracaso escolar son diversos:

• Alumno desmotivado.
• Alumno con un hábito de estudio poco o nada instaurado.
• Alumno con falta de aptitudes personales (bajo nivel intelectual, déficit de atención, problemas de memoria, lenguaje poco desarrollado…).
• Alumno inmerso en un desequilibrio personal (debido a trastornos psicológicos, a una inestabilidad emocional, un conflicto con el profesor o sus familiares, etc.).

Generalmente, si se ahonda en la situación personal de estos jóvenes, encontramos que guardan una imagen negativa de sí mismos, desconfían de sus capacidades y se sienten indefensos a la hora de mejorar sus evaluaciones.

El aprendizaje es un requisito indispensable para potenciar el conocimiento, pero existen momentos de desmotivación en los que resulta difícil perseverar en el objetivo.

Varios factores influyen en la aparición y persistencia de la desmotivación:

• Los pensamientos negativos del tipo “¿para qué voy a intentarlo?, “no merece la pena tanto esfuerzo”, “este objetivo no es realista”… Pensamientos que en lugar de animarte a seguir hacia adelante harán que quieras tirar la toalla.
• Ausencia de objetivos a corto plazo. Los estudios están marcados por objetivos a largo plazo. Es importante concretar metas diarias para que puedas sentirte satisfech@ con cada paso dado en el proceso de aprender.
• Falta de análisis de las tareas para reconocer los aspectos más y menos gratificantes de modo que los elementos de disfrute te sirvan como punto de apoyo para afrontar los retos más difíciles.
• Desorganización o falta de planificación en cuanto a tiempos adecuados de descanso y estudio.
• Descuido de tu entorno de estudio.
• Olvido de tus razones para esforzarte. Meditar acerca de lo que deseas conseguir en un futuro y los caminos para alcanzarlo aumentará tu motivación por el esfuerzo.

Entrenar las habilidades ausentes y reforzar las que han sido poco utilizadas, ayudarte a descubrir dentro de ti la fuerza y motivación para esforzarte, guiarte en el proceso de manejar tu mente de modo que te ayude a avanzar en lugar de frenarte… Todo esto y más es lo que hacemos en terapia en LC Psicólogos.