Durante el proceso de hipnosis el paciente nunca pierde ni ve alterada su voluntad
En LC Psicólogos utilizamos la inducción hipnótica como una más de las técnicas que aplicamos en nuestras terapias.
Hipnosis
Desde la psicología experimental y la neurociencia se define la hipnosis como una alteración natural de la conciencia; es decir, del modo en que nos damos cuenta de nuestros estados internos y de la información del medio externo. Este cambio de conciencia provocado a través de focalización atencional, concentración, imaginación y las sugestiones del terapeuta permite que el paciente adquiera mayor conocimiento y control sobre sí mismo.
Los beneficios pueden ir desde algo tan concreto como cambiar un patrón de respuesta emocional angustioso frente a una situación específica, hasta movilizar recursos internos del paciente para potenciar áreas y descubrir aspectos nuevos de sí mismo.
Existen mitos comunes respecto a la hipnosis. Muchos de ellos han sido desmentidos gracias a la investigación científica.
Entre los más comunes, encontramos la idea de que la hipnosis tiene alguna relación con estar “dormido” cuando, en realidad, la hipnosis no tiene ningún parecido con el sueño. De hecho, el funcionamiento del cerebro en hipnosis se asemeja más a estar muy despierto que a estar dormido.
Otro mito frecuente es la idea de que quien guía el proceso de hipnosis adquiere algún poder sobre la persona hipnotizada cuando, en realidad, la hipnosis es siempre autohipnosis. El paciente nunca pierde ni ve alterada su voluntad, siendo en todo momento dueño de decidir qué decir y qué hacer.
También, algunas personas creen que salir de la hipnosis implica automáticamente olvidar las experiencias vividas durante la sesión. Ciertamente, es posible que se genere amnesia espontánea pero es muy infrecuente y, siempre, temporal.
Donde podemos encontrar más mitos e ideas erróneas es en lo que respecta a la evocación de recuerdos durante hipnosis. Por ejemplo, es posible que el proceso de la hipnosis evoque recuerdos del pasado de manera tan vívida que el paciente sienta que vive ese momento por segunda vez. Esto se llama “regresión de edad” y suele ser muy útil para intervenir traumas pasados como ocurre en el trastorno por estrés postraumático. Sin embargo, esos recuerdos no suelen ser totalmente precisos; muchas veces hay distorsiones respecto a lo que realmente pasó. Sin embargo, su utilidad en psicología clínica continúa siendo muy alta, pues en terapia es mucho más importante trabajar con la experiencia emocional del paciente y sus propias construcciones respecto a un recuerdo que con los detalles precisos de ese recuerdo.
La hipnosis actualmente se acopla a numerosos enfoques de tratamiento en psicoterapia con el objetivo de aumentar la eficacia en la intervención de multitud de afecciones.
Su mayor eficacia se vincula al tratamiento de:
En términos generales, la hipnosis permite modificar patrones emocionales tales como la respuesta de angustia frente a un estímulo. En hipnosis, es posible asociar y disociar emociones respecto de estímulos y contextos.
Los estudios indican que la utilización de hipnosis fuera de un contexto terapéutico, como técnica única y aislada, podría ser eficaz pero no suele generar resultados que se mantengan a largo plazo. Por consiguiente, la hipnosis clínica siempre debe ser aplicada por un psicólogo o psiquiatra entrenado en el contexto de un procedimiento terapéutico.
Terapia de autorregulación
Se utiliza como alternativa a la hipnosis y consta de tres fases: