La meta es que el paciente procese la información sobre el hecho traumático y le dé un significado emocional más adaptativo.
EMDR son las siglas de una expresión inglesa cuyo significado es desensibilización y reprocesamiento por los movimientos oculares.
Es un abordaje psicoterapéutico dirigido al tratamiento de las dificultades emocionales causadas por experiencias difíciles en la vida del sujeto, desde fobias, ataques de pánico, muerte traumática y duelos o incidentes traumáticos en la infancia hasta accidentes y desastres naturales.
También se utiliza EMDR para aliviar la angustia o la ansiedad ante situaciones de nuestra vida diaria.
En el proceso con EMDR, el terapeuta trabaja con el paciente para identificar un problema específico que será el foco del tratamiento.
El paciente describe el incidente traumático o la situación ansiógena ayudado por el terapeuta para seleccionar adecuadamente los aspectos más importantes y angustiosos de la escena.
Mientras el paciente recibe estimulación bilateral le van llegando a la mente otros aspectos del recuerdo traumático, diversos recuerdos asociados o va modificando las emociones que le producen.
La estimulación bilateral puede ser:
Esta estimulación facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales colaborando en el reprocesamiento de la información y la disminución de la carga emocional.
El terapeuta guía el proceso, tomando decisiones clínicas sobre la dirección que debe seguir la intervención. La meta es que el paciente procese la información sobre el incidente traumático, llevándolo a una resolución adaptativa: reducción de los síntomas, cambio en las creencias y la posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.