En LC Psicólogos ofrecemos terapia de pareja para ayudar a aquellas relaciones que viven momentos críticos.
Los problemas de pareja reciben una atención menor por parte de la comunidad sanitaria y científica, a pesar de su relevancia en el grado de infelicidad humana, de constituir una de las áreas vitales a las que más importancia asignamos y del fabuloso impacto que tienen sobre la salud de los hombres y de las mujeres.
Los profesionales dedicados a la práctica de la psicología en clínica, como es el caso de LC Psicólogos, conocemos la estrecha relación causal entre las desavenencias conyugales y los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y sexuales; por escoger tres de los problemas que más pacientes traen a las consultas y empujan a iniciar una terapia de pareja.
Cuando hablamos de problemas de pareja nos referimos a un estado de insatisfacción individual asociado con la relación, que deriva en acciones coercitivas en busca de un cambio en la conducta del otro. En todas las relaciones problemáticas cada uno de los miembros tiende a percibir claramente qué aspectos del comportamiento de su pareja han de cambiar para que la dinámica sea satisfactoria. Son precisamente estos intentos infructuosos de cambio los que agravan y mantienen la crisis relacional.
Por la propia dinámica de la relación, es predecible que se produzcan discrepancias entre dos individuos necesariamente diferentes pero que comparten proyectos y expectativas comunes. La diferencia entre las parejas que se plantean la separación y las que valoran su relación como satisfactoria radica en los recursos que ponen en marcha para hacerles frente.
Los insatisfechos optan por estrategias individuales a través de las que cambiar al culpable de su insatisfacción (siempre el otro); los satisfechos buscan conciliar puntos de vista diferentes y cooperar en pro de una solución mutuamente satisfactoria.
Existen tres modelos explicativos sobre los que se basa la terapia de pareja:
El objetivo fundamental del terapeuta es ayudar a las parejas en conflicto a mejorar el nivel de satisfacción que obtienen de su relación; ya sea incidiendo en las formas de la interacción, ya sea ayudando a modificar las percepciones y cogniciones individuales. En ningún caso el terapeuta asume el papel de árbitro que determina la conveniencia de una relación en concreto; esto lo deben valorar, tal vez con la ayuda del profesional, los propios interesados.
Llamadnos o acercaos a conocernos y os explicaremos más sobre nuestra terapia de parejas.