La importancia de aprender a manejar y controlar nuestros factores psicológicos.
Los trastornos psicofisiológicos se caracterizan por la existencia de síntomas físicos o disfunciones, estrechamente relacionados con factores psicológicos, en varios órganos del cuerpo.
Por la compleja relación entre lo físico y lo psíquico, su diagnóstico es, en muchas ocasiones, una tarea difícil. Los síntomas de los trastornos psicofisiológicos son, habitualmente, similares a los que se dan en la enfermedad estrictamente orgánica. Por ello, la distinción se basa usualmente en el énfasis otorgado a las causas.
Un amplio número de modelos explicativos consideran que las consecuencias derivadas de la respuesta fisiológica a las situaciones de estrés son la causa principal en el desarrollo de los trastornos psicofisiológicos.
Estos modelos parten de una premisa común: el organismo, para realizar su actividad diaria, necesita cierto grado de activación fisiológica. Estaríamos, por lo tanto, en principio, ante una respuesta positiva y adaptativa.
Sin embargo, el problema surge porque:
Estos dos factores pueden dar lugar a la sobrecarga de algunos de los órganos implicados en la preparación para la acción desencadenando trastornos a diferentes niveles. Por lo tanto, la probabilidad de que un trastorno psicofisiológico se desarrolle aumentará con el incremento de la frecuencia o la duración de las respuestas de activación.
Los trastornos psicofisiológicos más frecuentes son:
Aprender a manejar y controlar los factores psicológicos que intervienen en los trastornos psicofisiológicos es de vital importancia para aumentar nuestra calidad de vida y la percepción de autoconfianza y valía personal.
En LC Psicólogos te dotamos de las herramientas necesarias para conseguir enfrentarte adecuadamente a estos problemas.